domingo, 27 de agosto de 2017

Futuro imperfecto


Noticias del año que viene



 "Es mala memoria, la que funciona sólo hacia atrás"
Lewis carroll en Alicia en el pais de las maravillas




El azar objetivo nos conecta de algún modo con un futuro mediato, que nos sorprende como una ola que vuelve a nuestros pies trayéndonos la respuesta de un deseo impensado.


miércoles, 25 de marzo de 2015

El mar en la gota

Mensajes del agua de Masaru Emoto

                                                                         "El sonido del agua dice lo que pienso"
Chuang-tzu
 
El  agua es capaz de captar, almacenar, y devolvernos al ingerirla,  las vibraciones de emociones y pensamientos, que le son transmitidos, ya sea, mediante la música, la palabra escrita o el pensamiento dirigido. Este fue sintéticamente el planteo hipotético que condujo el trabajo del Dr. Masaru Emoto (1943-2014), poniendo en evidencia también, por medio de sus experimentaciones, el lazo indisoluble entre la ciencia física y la cultural.
Su desarrollo se sumerge además,  en lo paradójica que puede resultar  la pretendida ciencia objetiva, en donde el objeto de estudio puede ser modificado con el pensamiento del sujeto cognitivo, mediante un método científico objetivo que así lo verifica.
Por otra parte, en su estudio evidencia la universalidad vibracional que nos atraviesa, en torno a aquello que puede resultar  como positivo o negativo, denotándose en las imágenes fotográficas de los critales de agua, como visualmente armónico o desarmónico.según la cualidad de las vibraciones que les sean transmitidas.al agua.
Carl Gustav Jung mediante el principio de sincronicidad alude a la simultaneidad de dos sucesos o fenómenos enlazados de manera acausal, lo cual implica un principio de explicación diferente al causal. Una serie agrupada de casualidades implicaría entonces un principio acausal, en donde se puede demostrar la conexión acausal de sentido. En el caso del trabajo de  Emoto, mediante la serie de fotografías.







domingo, 22 de marzo de 2015

Audiovisión sinestésica

De la representación a la recepción participativa en el audiovisual expandido

        Una acepción de expansión posible del audiovisual se vincula  a la expansión de la conciencia mediante un proceso de aceptación e integración de la tecnología audiovisual con la vida. El asumir la tecnología como medio cotidiano de uso, posibilitó su utilización constructivista, como registro del proceso de la propia construcción.

   “El sujeto fundamental del cine sinestésico – fuerzas y energías – no puede fotografiarse. No es lo que vemos tanto como el proceso y efecto de ver: es decir, el fenómeno de la experiencia en sí misma, que existe sólo en el espectador”[1]

           El cine sinestésico no se dirige a la construcción de una representación, sino a producir un efecto evocativo en la conciencia inarticulada del espectador. Al plantearse de este modo, se orienta intencionalmente a la presentación por sobre la representación. En donde las condiciones de producción y de recepción se funden en el tiempo presente de la experiencia sinestésica.


            La obra de Belson Jordan puede enmarcarse en este tipo de cine. El artista considera a las películas no como entidades exteriores, sino literalmente como extensiones de su propia conciencia, experiencias concretas de dinamismo óptico y kinestésico producidas mediante equipos productores de imágenes y sonido como extensiones de la mente.

Imagen de Samadhi de Belson Jordan 1967

               Su obra oscila entre la temática de lo macrocósmico exterior y lo microcósmico interior, que se hallan imbricados. En su obra Samadhi [2](1967) se puede visualizar esta  dinámica.



            La misma línea de trabajo sinestésico vinculada a la espiritualidad  es la desarrollada por James y John Whitney, en obras  de cine experimental, vinculadas a la música visual, como Yantra (1950-1957) y Lapis (1963-1966) 

 Imagen de Yantra de James Whitney 1950-1957
       
             Para la producción de “Yantra” James trabajó mediante una técnica manual - lumínico cinética, para concretar las animaciones mandálicas abstractas del cortometraje, creando patrones de rejillas perforadas con un alfiler en tarjetas de 5"por 7", pintándolas  a través de los agujeros, consiguiendo unas imágenes  hipnóticas de figuras luminosas que se hacen y deshacen en la oscuridad, rítmicamente cambiando de colores, en un proceso de multiplicación de puntos de luz.
 
            Yantra es un término que proviene del sánscrito yan. Funciona de manera similar que los mandalas,  ambos son considerados  vehículos de enfoque de la energía. El efecto hipnótico que producen estas imágenes en movimiento armónico de representaciones geométricas complejas, se orienta al trabajo de armonización de la energía. Para el artista fue un modo de vincular imágenes con experiencias yoga, incitando al estado meditativo y experiencial interno en dirección a la concreción de un yo universal, articulando lo microcósmico con lo macrocósmico.


            Lapis (del latín Piedra-1963-1966), fue desarrollada por una computadora analógica diseñada y creada por John Whitney que posibilitó a James obtener efectos visuales similares a Yantra, reduciendo significativamente el tiempo de producción.  

John Whitney señala a razón de esta invención:

“Los científicos y los técnicos no se convierten en artistas, más bien el artista se transforma en un síntoma de la escinción entre el arte y la técnica.  Progresivamente, la necesidad de emitir juicios ultrasensibles acerca de los usos de la tecnología y la información científica se torna arte en el sentido más literal.”[3]
            El desplazamiento de la función originaria de la tecnología  que Whitney plantea en dirección a una humanización de la misma, se logra comprender, al saber que el dispositivo tecnológico de base utilizado para realizar  su primer dispositivo orientado a la producción artística, había sido utilizado primeramente  con fines bélicos  (un guiador de armas antiaéreo M-5) durante la Segunda Guerra Mundial. Transformando la función del mismo,  de un modo no denotado en la producción final, pero que implícitamente se torna significativo en relación a los fines artísticos que le imprime.
Imagen de Lapis J. Whitney 1963 – 1966
                   Lapis, sugiere la piedra filosofal alquímica que tiene la función de colaborar a introducirse en estados meditativos.

Fragmento del Libro "El desplazamiento del lenguaje en la práctica artística: de la participación a la interactividad en obras de cruce de lenguajes - poesía visual/sonora y audio/visual expandido".Parte 3 pág.54 Julieta Lazzini 2014

[1] Youngblood, Gene, en “Cine expandido”. Parte 2, pág. 118
[2]  Samadhi, del sánscrito  sam o samiak: ‘completo’ y ādhi: ‘absorción mental’. Se relaciona con el objetivo último de la práctica del yoga. Es un estado de conciencia de ‘meditación’ y  ‘contemplación’ o en la que el meditante siente que alcanza la unidad con lo divino.
[3]  Youngblood, Gene. Op. Cit. Citando a Jack Burnham  de “Systems Esthetics” de donde se extrae la cita de J. Whitney.  Capítulo “películas computarizadas” Pág 229


viernes, 20 de marzo de 2015

Recicla Sana Mente



Crítica de los fundamentos estables de las sustancias.
Transformación física de la materia
Reciclaje de  packaging desechable (tubos de cartón) 



domingo, 1 de febrero de 2015

Obliteración tecnológica

 'La tecnología no es buena ni mala, ni tampoco neutral'
Melvin Kranzberg


Discutir hoy día la cuestión de si se es apocalíptico o integrado resultaría irrisorio. Sin embargo, muchas veces se señala a gente como apocaliptica - en cuanto al uso de las nuevas tecnologías - cuando realizan críticas constructivas acerca de las mismas. Estas posturas extremistas no hacen más que desplazar cuestiones relevantes que deberían ser debatidas e incluso, deberían incluirse en la lista de debates políticos (sí bien a veces lo hacen no siempre conluyen en políticas efectivas, sino que marchan sobre dichos o incluso leyes que nadie controla ni hace cumplir), tanto en cuestiones de democratización tecnológica (y lo que el término conlleva), cuestiones de ética (en cuanto al manejo de bases de datos, y la utilización de la información privada de las personas), la invasión de la publicidad no deseada, entre muchas otras.
Me apresuro a decir que - como diría Dolina acerca de la absurdidad de si uno está a favor o en contra de determinadas cosas  - , estoy a favor de la tecnología.

Las nuevas tecnologías de la comunicación no conllevan necesariamente una mayor democratización. Suponer inocentemente esta conexión es incluso peligroso. Tampoco conllevan una mejora en las comunicaciones si no van acompañadas de otros desarrollos tecnológicos organizacionales que tienen que ver con investigación sociológicam  teoría de la comunicación, administración,  entre otras áreas. 
También es necesario saber que tienen sus limitaciones y efectos no deseados.

En muchos casos, nos hallamos inmersos en situaciones de "comunicaciones"  incomunicantes, gracias a estos dispositivos tecnológicos que paradójicamente median impidiendo la comunicación efectiva.

La tiranía de las nuevas tecnologías de la comunicación  en manos de las corpos es un bello y claro  ejemplo del uso negativo que se puede hacer de las mismas (negativo para los usuarios, claro está, las corpos lo saben calcular siempre a su favor, y enbellecerlo superficialmente con imágenes de personas felices y aires de innovación) . La tecnología no es ni buena ni mala y depende siempre del uso que se le da. Si bien estas empresas privadas, pueden verse como ejemplo del uso disfuncional, cabe la mención de que ésta disfuncionalidad puede resultar previsible en el caso de las empresas privadas que tienen intereses económicos privados, que no apuntan necesariamente a democratizar sino a obtener unicamente ganancias, y llegado el caso a volver funcional la disfuncionalidad.

Otra cuestión, bien distinta es la de las empresas públicas estatales y las políticas públicas del uso y alcance de las tecnologías de la comunicación, en donde las exigencias deberían ser bien distintas.
"Innovar" no siempre va de la mano de democratizar, y aunque parezca una  aclaración no necesaria, lo es. 
No se puede suponer que más innovación tecnológica es lisa y llanamente mayor democratización, ya que, depende de la puesta en marcha de otras tecnologías de la comunicación y de políticas que se dirijan a ello y que instauren los marcos necesarios para que se efectivicen esos fines. No basta con la adquicisión de recursos tecnológicos, es necesario en igual o mayor medida  investigar para la puesta en marcha de políticas inclusivas y de recursos de control del funcionamiento efectivo. La obliteración tecnológica no puede permitirse en el ámbito de lo estatal. 

Defensa al consumidor: 0800-666-1518